EntrearbresProcesionaria
De la Oruga
El síntoma más claro de presencia de procesionaria en el bosque son las bolsas en las copas de los pinos a finales de otoño e invierno y las procesiones de entierro que hacen las orugas de diciembre a abril. Desde que nacen las orugas hasta que comienzan las procesiones, se alimentan de las hojas de los pinos y se pueden observar las defoliaciones.
En árboles adultos no suelen causar su muerte, pero provocan una disminución del crecimiento, y un aumento de su debilidad, predisponiéndolos a ataques de otros insectos perforadores que son los que podrían causar su muerte.
Entre febrero y marzo cuando bajan en procesión y se entierran, el mirlo (Turdus merula), el abubillo (Upupa epops) y el cuervo (Corvus corax), localizan y cogen las orugas.
Además, existe un hongo llamado Cordyceps militaris que parásita a la procesionaria. Cuando las orugas bajan en procesión, el hongo echa sus esporas que pueden engancharse a los pelos urticantes de la procesionaria.
Posteriormente, la humedad y el entierro de las orugas favorece que los hongos germinen sobre la crisálida de la oruga y vayan alimentándose de ella poco a poco, hasta que la mariposa que se desarrolla en su interior muere.
Éstas representan algunas de las especies para las que la procesionaria es una fuente importante de alimento, así que, como vemos con la procesionaria, no todo es malo.
El problema es que el aumento de temperatura causado por el cambio climático provoca un incremento descontrolado de esa oruga que antes se podía regular de forma natural.
Le adjuntamos algunos links más para los más curiosos.
http://www.alertaforestal.com/processionaria-leruga-mes-desitjada/
http://www.alertaforestal.com/alertes/processionaria/
https://www.diba.cat/es/web/salutpublica/-/processionaria-del-pi